Me temen...
y yo no soy malo,
sólo me hago temer.
Me alaban...
los que realmente me conocen
y no se fijan sólo en mi apariencia.
Me abrazan...
los que no pueden caer
envenenados por mis mordiscos.
Me acompañan...
los que no son ni más grandes
ni más pequeños que yo.
Me miran...
los que realmente no saben como soy
y buscan algo más.
Me evitan...
todos aquellos que pueden caer en mis redes
y los que no me pueden alcanzar.
Me quieren...
los que tienen que quererme,
ni uno más.