9 de agosto de 2016

me voy a dormir en noche calma
añorando su sonrisa.
Hoy, querido diario, me he anotado un tanto,
me he vuelto fuerte y he visto colores donde antes veía en blanco y negro, he conseguido soñar despierto sin necesidades superfluas, y he ayudado a un amigo.
Le echo de menos y eso me guía.
Leí una frase que me ha gustado "a veces los caminos equivocados nos llevan al destino apropiado"
Me bañé en un lugar secreto, me reencontré con un viejo amigo y pensé en mí.
Querido diario, ha sido un dia agotador, pero lleno de vida,y estoy deseando dormir para que mañana sea aún mejor.
Me llevo alegría a la cama, que buena falta me hacía, y me llevo las ganas de seguir como estoy, disfrutando de esto que necesitaba hace tiempo, que es disfrutar conmigo mismo.
Me dió tiempo de plantearme algo de mi vida, y descarto convertirme en un ermitaño que vive en su casa alejada del mundo comiendo raíces y popos de animales silvestres.
He decidido, querido diario, que las cosas estan bien asi y no hay que acelerar nada, que el tiempo y las ganas van tomando su terreno en la vida.
Comí en mi restaurante favorito, me reí mucho y me metí decidido en agua fría. No son grandes cosas, pero eran las que me apetecía hacer.
Ahora me voy a la cama, esperando ser lienzo de Ewan McGregor en The Pillow Book, y que el tiempo me pinte y quizá me desdibuje lo que quiera en mi piel.
Me quedo así porque, querido diario, lo necesito y quiero.
Y lo mismo que voy a dejar que el mosquito que me acaba de picar siga vivo en mi habitación, dejaré rodar el molino del tiempo, cuya rueda oxidada merece que la dejen rodar según le llega el cauce del agua del río, de ese río de piedra sobre el que un día me senté y lloré y en el que hoy me sumerjo para dejarme llevar por su corriente.

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