29 de agosto de 2006

Nubarrones

Alguna vez habéis pensado que sobre vosotros hay un nubarrón que no acaba de irse?
Así es como me siento hoy yo.

Hace unos días tuve un pequeño bajonazo con alguien que me quiere mucho y me ha desplazado un poquito de su camino, en principio no es un desplazamiento ni siquiera voluntario, es obligado por la sociedad en la que vivimos.

La cuestión es que hacerme eso a mí, a un Leo hecho y derecho, pues trae sus consecuencias.

El tocado felino se lame sus patas pensando que le dejan enjaulado porque no es lo suficientemente bueno, quizá no caza tan bien como debiera, o quizá caza bien, pero las presas están lejos.

El gatito que el orgulloso león lleva dentro está crispado, la hermana leona le aconseja que no se deje llevar por las consecuencias de los acontecimientos y recapacitar antes de actuar, el toro bravo no quiere desplazarle, sólo sigue su camino, ya trazado y que tan difícil es modificar para el morlaco.

Me siento más identificado conmigo mismo cuando hablo del felino que cuando hablo de Tximo. Quizá es más fácil ver mis defectos siendo un animal que tratándome como ser semihumano.

La cuestión es que el minino está un tanto malherido, tiene los pelos mojados y parece un pompón. Si sólo se seca no será suficiente para apaciguar el chaparrón, pues en un futuro le espera más lluvia. Si se coloca un paraguas, cuando llueva no se mojará, y a veces le gusta tanto mojarse que es una difícil elección.

El duro toro tiene sus valores, su camino, sus ideas. El León perezoso también las tiene pero sin duda son más fácilmente modificables. El León, en el fondo, no es tan orgulloso como parece, y en realidad no le molesta ceder y permitir que la lluvia le moje de vez en cuando, siempre y cuando el toro le resguarde.

El toro mira al frente, ve los pastos y no se da cuenta de que caminando a su lado, con paso firme y sincero, el león le mira triste porque siente que en esa mirada, al fondo, debía estar su melena felina.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El torito tiene pinta de ser un poco cabezon, como buen toro. Al gatito se le pasara esa nube y podra jugar con su espesa melena al viento de otoño. Me gustaria hablar contigo, gatito, para que me cuentes que te pasa para que maulles tan triste.

Musus desde Muskiz del carnero desbocao.

Anónimo dijo...

El torito tiene pinta de ser un poco cabezon, como buen toro. Al gatito se le pasara esa nube y podra jugar con su espesa melena al viento de otoño. Me gustaria hablar contigo, gatito, para que me cuentes que te pasa para que maulles tan triste.

Musus desde Muskiz del carnero desbocao.

Anónimo dijo...

Lo que nos pasa a los leones, es que de puro orgullo, se nos hiere con demasiada facilidad y acabamos cediendo porque no soportamos tener el orgullo herido, aparte de que tenemos alma de perrillo faldero, aunque por fuera seamos majestuosos :-)

Ànimo

Anónimo dijo...

Fransua19_bilbo

Querido Leo , Yo soy tauro, y como ati te paso,La lluvia no me abandono durante mucho tiempo ...
Hasta que un dia el Toro que todos llevamos dentro decidio dejar de pensar y de culparse , haciendo caso a familiares y amigas , de q el arco iris estaba cerca , y con el Sol ...
Como tauro reconozco q somos tercos y muy cabezones , pero de gran corazón (seguro q tu torito tb)
No te preocuopes por la melena el viento la secara y lucira a la altura de los astados del torito ...

Bueno un saludito, a traves de eneko llege hasta aki ...
un placer conocerte y seguro q la primavera pronto te llegara ...
bss de bizcochito

Anónimo dijo...

Hola nene..
Me ha gustado mucho este texto.. precioso.. aunque triste.
Ya ves que hay momentos de nubes negras, pero pasan y vuelven a lucir los preciosos rayos del sol si nos armamos de paciencia y hablamos las cosas y las arreglamos.
No te dejes llevar por los malos momentos, intenta que pasen cuanto antes, para que puedas disfrutar de ese Toro y de tus ratos de lluvia también.
Besos!